sábado, 26 de agosto de 2017

IRA


IRA

UN ESPEJISMO

Entró como una tromba en el baño. Quería evitar a toda costa que nadie notara su gran enfado. Cerró la puerta corriendo el pestillo, asegurándose de esta manera  que nadie más que él, podría entrar en el lugar.

Había tenido un gran fracaso en el trabajo, y por no perder su empleo, tuvo que agachar la cabeza  y mostrar un semblante que nada tenía que ver con su estado de ánimo. A simple vista continuaba pareciendo una persona pacífica.  Sólo él sabía que no era cierto. Por dentro se sentía como  un volcán a punto  de entrar en erupción.

Pero en cuanto llegó a su casa, y se fue directo al baño sin saludar a nadie, pensó que ya era hora de soltar todo lo que llevaba dentro. Estaba seguro que su familia, ni lo habían oído entrar en la casa, Los ruidos provenían del fondo del pasillo., quedando alejados de la puerta de entrada. Entró a escondidas, como si fuera un malhechor, y sigilosamente se metió en el baño.

Miró la imagen que le devolvía el espejo, y no se notaba nada extraño. Su mirada era la de siempre, lucía aquellos ojos bondadosos de un azul desvaído.

Se centró en la imagen, acercándose mucho para ver reflejada su mirada. Allí sí que pudo ver todo el enojo. Sus ojos al mirarlos detenidamente de cerca, parecían chispear, llenos de ira, de odio, y también de impotencia, por no haber podido resolver a su gusto aquello que tanto anhelaba.

Tenía razón, y no lo pudo demostrar. Toda la rabia se le fue acumulando hasta llenar por completo su cuerpo. Sentía tan mal humor en  su interior, que por algún sitio debería salir.

Apretó los puños hasta que sus nudillos quedaron blancos por completo.

Y sin poderlo remediar, vació su fuerza  contra aquella imagen, que sabía que era la suya, pero que le costaba de reconocer.

Aquel odio que albergaba en  todo su cuerpo por fin  quedó  reflejado en el espejo.

Se sentía completamente fracasado y menospreciado. El escozor de sus ojos dejaba muy claro que eran precursores del llanto, pero un hombre no debe llorar ente un fracaso. ¿O sí? Los ojos seguían quemándole como brasas y finalmente  no pudo reprimir las lágrimas.

Respiró hondo, y la imagen que vio reflejada en el espejo, era la imagen de una rabia contenida, con las mandíbulas apretadas como un animal a punto de atacar.

Finalmente sin pensarlo por más tiempo dejó que salieran todos los sentimientos que hasta el momento había ocultado a los demás.  Descargó un fuerte puñetazo en el frágil cristal, que quedó resquebrajado formando caprichosos dibujos geométricos, surgiendo diferentes líneas en todas direcciones.

La imagen se quebró visiblemente. Se vio multiplicado en cada uno de los fragmentos en los que se había roto la pulida imagen

Ahora además tenía ante sí la misma figura de antes, pero manchada de sangre, su mano cerrada dejaba ver cómo varios hilillos rojos chorreaban, hasta quedar atrapados en la blancura del lavamanos.

No sintió ningún tipo de dolor.

Al contrario, parecía que la sangre que manaba, dejaba escapar toda la rabia acumulada durante horas.

Ahora debería pensar en cómo lo explicaría a su familia.

No podía decirles, que el espejo había pagado, lo que en su momento él, no supo ganarse a pulso en el trabajo.

Buscaría cualquier excusa.

Explicaría que  era debido a un resbalón con la pérdida del equilibrio. De ahí provenía todo el desastre Y tendría que dar las gracias en voz alta, para que todos lo supieran,  por haber sufrido unas pequeñas heridas sin importancia, al querer evitar una caída en el piso. Afirmaría contundentemente que hubiera podido ser mucho peor.

Miró compadecido su propia cara. Continuaba siendo el de siempre. Nadie sabría lo que en realidad había sucedido. Sería un secreto entre él y el espejo de su casa.

Si no fuera porque su mano estaba herida, podría disfrazar mejor toda su historia, pero requería una desinfección, y un vendaje aunque no fuera demasiado ortodoxo. La cuestión era salir del paso en el que se había metido.

De algo estaba satisfecho. Con su actitud había conseguido eliminar casi por completo la frustración que sentía cuando entró en aquel recinto de reducidas dimensiones.

Marzo 2017

 

 

lunes, 21 de agosto de 2017

BUSCANDO


BUSCANDO

 

Es cierto que a veces no miramos en el lugar indicado.

Esto me lo ha hecho ver una buena amiga, virtual para más señas

Tenemos ante nuestras narices lo que buscamos, pero estamos como ciegos, obsesionados con otras cosas, y no encontramos eso que deseamos con toda el alma.

Me estoy refiriendo a cosas intangibles.

Intangibles pero completamente necesarias.

Pensar en positivo desde luego que ayuda.

PIENSO EN POSITIVO. TODO SALDRÁ BIEN.

La fe mueve montañas…

Quiero creer que es así.

sábado, 19 de agosto de 2017

LOCURAS COMPARTIDAS


LOCURAS COMPARTIDAS

ESPEJISMO

 

Cada vez que se miraba en el espejo le venían a la mente un sin fin de imágenes vividas durante los años anteriores. Desde su infancia hasta la actualidad.

Aunque había cambiado, cuando se contemplaba, sabía retroceder en los años, y podía verse a ella misma en muchos momentos pasados, porque ya entonces tenía la costumbre de contemplar su imagen. Quería ver cuál era su aspecto según el estado de ánimo que tenía.

Recodaba con nitidez, su aspecto después de haber llorado durante horas, porque su muñeco, ese montón de trapo con una cabeza como de porcelana, su primo la rompió.

Recordó que recogió los fragmentos y su madre lo recompuso como pudo. Pero ya nunca fue igual para ella. Una de las cosas que no se pudieron recomponer, fueron los ojos, que al tumbar al muñeco se  cerraban, y se abrían al ponerlo derecho.

Sí, ciertamente era un llanto infantil, que formaba parte de su vida pasada. Aquel día se puso ente el espejo, porque quería saber qué cara le  mostraba el espejo ante su disgusto.

Le llamó la atención comprobar cómo le cambiaba el rostro. Recordaba que  dejó de llorar, pero el espejo le devolvía un aspecto  triste.

Luego con el paso del tiempo esta acción se convirtió en algo muy usual.

Le gustaba analizarse ante el espejo del baño.

Eso le dio pie para poder mirarse, cada vez  que algo la preocupaba.

Acudió en muchas ocasiones. Se quedaba quieta y allí delante se miraba buscando en aquellos ojos, lo que de verdad escondían.

Comprobó que allí, estaban sus verdaderos sentimientos, esos que nadie sabía ver porque ella los ocultaba.

Allí aprendió a conocerse a sí misma. Y aunque no le gustara el descubrimiento tuvo que aceptarlo.

Ella no era esa persona que todos creían conocer, esa docilidad que mostraba no era verdadera, al contrario dentro le bullían unas intenciones raras. Algo que a nadie había contado. Sólo el espejo conocía esos debates entre la razón y las ganas de cometer locuras.

La mirada que le devolvía el espejo siempre era la misma. Una persona de apariencia dócil,

Se miraba buscando el lado verdadero, el lado más oscuro, pero la imagen, no se la sabía devolver, porque durante años, los ocultó a quienes la rodeaban. Nadie excepto ella lo sabían. Tuvo que buscar en la lectura, los verdaderos, sus verdaderas ansias. Una vez leídos unos cuantos reportajes sobre la personalidad de cada uno, supo que ella era de las personas que sabían esconder la verdad.

El espejo esta vez podría decirse que era un reflejo de la personalidad, pero en este caso, no correspondía a la realidad.

Tenía engañados  a cuantos la rodeaban.

Muchas veces, se pasaba un tiempo buscando en la figura que la miraba fijamente, y trataba de encontrar su verdadero yo. Pero éste parecía no estar presente, ya que la figura que le devolvía, ella sabía que no era la real, pero por otra parte se sentía aliviada, de que fuera de esta manera. Le gustaba la idea, de que nadie supiera cómo era en realidad.

Solamente el espejo sabía de sus rebeldías completamente escondidas, negadas a los que la conocían.

Un día se acordó del personaje Dorian Grey. Y pensó que tenían similitudes. En este caso el retrato quedaba plasmado en el espejo, pero nadie más lo podía adivinar. Sólo ella sabía de los entresijos que escondía aquella imagen que le era devuelta, y que para todos los demás eran como dos gotas de agua.  Y no era cierto. En realidad si eran dos gotas, una estaba llena de resentimientos, mientras que la que estaba inanimada, era en verdad la que carecía de esos sentimientos malignos. Pero eso nadie lo sabría nunca.

 

FIN

Febrero 2017

 

ESPEJISMOS


ESPEJISMOS

Este será el título de las historias que  irán acudiendo a mi cabeza. Serán retazos, tomados al azar en los que intentaré describir personajes en situaciones poco frecuentes, y que la mejor manera que tienen de saber qué les está ocurriendo por su mente, será  analizarse ante un espejo.

De ahí viene el nombre, que a primera vista, proporciona la sensación de algo completamente fantasioso.

En estos casos no se tratará de los espejismos que se viven en un desierto, cuando mirando la lejanía del horizonte creen ver oasis.

Simplemente serán personas que ante un espejo desmenuzarán momentos de sus vidas.