AUTORRETRATO
Espejismo
Se
mira al espejo, y lo que tiene ante sí, no le gusta. Sabe que es su
propia imagen, pero… se pregunta a dónde han ido a parar aquellos
rasgos femeninos, tan dulces y llenos de ilusiones. ¿Dónde está la
mirada brillante y llena de esperanza?
Los
años se han cuidado de borrarlos.
Le
duele, pero comprende que nada puede hacer, se dice que es lo normal,
que el paso del tiempo todo lo puede, porque se encarga de borrar
algunos de los recuerdos más bellos. Y esta actitud ha sido la que
consigue muy a pesar suyo, haber perdido el brillo de la
mirada de antaño.
La
sonrisa se ha truncado en una línea rectilínea de sus labios.
Incluso
sin querer mantiene las mandíbulas apretadas, como si con este gesto
pudiera ahuyentar aquello que más le duele.
Nada
de lo que hace le sirve para devolver al espejo aquella imagen
antigua. La nostalgia se apodera de ella, y sus ojos corroboran todo
lo que está pasando por su cabeza. Por más que lo intenta no logra
alcanzar aquello que desea.
Su
frustración queda patente en cada uno de sus pensamientos, que por
ende se reflejan en el espejo. Finalmente se encoge de hombros. Ante
lo inevitable no puede hacer nada más.
Finge
una alegría que no siente.
Dibuja
en su rostro una sonrisa que está muy lejos de sentir como
auténtica. Pero lo intenta.
Finalmente,
se dedica a rebuscar en su neceser todo lo necesario para poder
aparentar ante todo el mundo, que es maravilloso vivir.
Retoca
con un poco de maquillaje sus ojos, sus labios, sus pómulos.
Se
vuelve a mirar al espejo y esta vez sí que consigue ver en aquella
imagen, lo que quiere que los demás vean. De acuerdo que es
ficticio, pero nadie excepto ella lo sabe.
Y
con esta vana ilusión se va a la calle, para demostrar al mundo que
no está vencida. Que sí, que la vida merece la pena vivirla,
aunque sea solamente para su propio regocijo.
Agosto
2017