viernes, 29 de noviembre de 2019


AUTORRETRATO
Espejismo
Se mira al espejo, y lo que tiene ante sí, no le gusta. Sabe que es su propia imagen, pero… se pregunta a dónde han ido a parar aquellos rasgos femeninos, tan dulces y llenos de ilusiones. ¿Dónde está la mirada brillante y llena de esperanza?
Los años se han cuidado de borrarlos.
Le duele, pero comprende que nada puede hacer, se dice que es lo normal, que el paso del tiempo todo lo puede, porque se encarga de borrar algunos de los recuerdos más bellos. Y esta actitud ha sido la que  consigue muy a pesar suyo, haber perdido  el brillo de la mirada de antaño.
La sonrisa se ha truncado en una línea rectilínea de sus labios.
Incluso sin querer mantiene las mandíbulas apretadas, como si con este gesto pudiera ahuyentar aquello que más le duele.
Nada de lo que hace le sirve para devolver al espejo aquella imagen antigua. La nostalgia se apodera de ella, y sus ojos corroboran todo lo que está pasando por su cabeza. Por más que lo intenta no logra alcanzar aquello que desea.
Su frustración queda patente en cada uno de sus pensamientos, que por ende se reflejan en el espejo. Finalmente se encoge de hombros. Ante lo inevitable no puede hacer nada más.
Finge una alegría que no siente.
Dibuja en su rostro una sonrisa que está muy lejos de sentir como auténtica. Pero lo intenta.
Finalmente, se dedica a rebuscar en su neceser todo lo necesario para poder aparentar ante todo el mundo, que es maravilloso vivir.
Retoca con un poco de maquillaje sus ojos, sus labios, sus pómulos.
Se vuelve a mirar al espejo y esta vez sí que consigue ver en aquella imagen, lo que quiere que los demás vean.  De acuerdo que es ficticio, pero nadie excepto ella lo sabe.
Y con esta vana ilusión se va a la calle, para demostrar al mundo que no está vencida. Que sí, que la  vida merece la pena vivirla, aunque sea solamente para su propio regocijo.

Agosto 2017


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